Redacción
31/05/2011
La economía india ha crecido un 7,8% en el primer trimestre del año y muestra una ligera desaceleración con respecto a las previsiones y el crecimiento registrado en 2010. La lucha contra la inflación y la subida de los tipos de interés son los principales responsables.
India ha cerrado el año fiscal 2011, que finaliza en marzo, con un crecimiento del PIB del 8,5%, sólo una décima por debajo de las previsiones del gobierno.
Sin embargo, los datos recién publicados por la Agencia Central de Estadísticas correspondientes a los meses de enero a marzo que sitúan el crecimiento del PIB en un 7, 8% muestran una clara
desaceleración en comparación con el 9,4% del mismo periodo del año anterior.
El aumento de los precios de los alimentos y las medidas adoptadas para frenar la inflación pasan factura a la dinámica economía india.
El Banco Central ha subido las tipos de interés nueve veces en los últimos 15 meses para frenar la inflación. Esta medida junto a la escalada de los precios de productos básicos ha provocado un freno de la demanda de interno. De hecho los analistas advierten de los graves problemas que representa la subida de los precios de los alimentos en un país donde la comida representa la mayor parte del consumo de los hogares.
El primer ministro, Manmohan Singh, ha asegurado que confía que la India mantendrá un crecimiento estable y que crecerá también un 8,5% en este año fiscal. Especialmente porque las expectativas climáticas señalan que el monzón será estable y no provocará graves pérdidas.