Redacción
27/05/2011
El Índice de Precios al Consumo (IPC) ha crecido un
0,6 % en abril, en relación al mismo periodo del año anterior. Es la primera vez en los dos últimos dos años que Japón vence la deflación que lastra su economía, aunque en este caso no se puede considerar una buena noticia.
Los efectos del devastador tsunami y el accidente nuclear en la central de Fukushima han provocado graves problemas de suministro energético que han afectado a toda la cadena productiva. El país se ha visto obligado a aumentar la importación de petróleo y otros combustibles para paliar los déficits.
Según los datos de la
Oficina Nacional de Estadística es principalmente el aumento del precio del combustible y la electricidad lo que ha presionado al alza la inflación.
Japón lleva décadas luchando contra la deflación e intentado reactivar la economía y el consumo. Al final se puede decir que el tsunami también ha acabado aunque sea momentáneamente con la deflación, pero sus efectos se dejarán notar a largo plazo en la economía nipona que tardará en recuperarse al menos durante este ejercicio fiscal.
El gobierno confía en que los trabajos de reconstrucción activen la economía y la mayoría de las empresas exportadoras vuelvan a estar totalmente operativas en otoño, pero se teme que la situación provoque una reducción todavía mayor del consumo interno.
Técnicamente la economía japonesa, la tercera del mundo, acaba de entrar en recesión al registrar dos trimestres seguidos de crecimiento negativo. El PIB se ha contraído un 0,9% en los primeros tres meses de 2011 y un 3,7% anualizado. Las exportaciones, arrastradas por el efecto de tsunami, se han desplomado un 12,5% en abril.