Redacción
14/04/2011
Reunidos en la isla de Hainan, en la costa sur de China, los máximos mandatarios de Brasil, Rusia, India y China, además de Sudáfrica como invitada, han suscrito un documento final en el que se llama a los organismos internacionales y a las economías ricas a fortalecer el sistema financiero mundial.
En concreto, los BRIC consideran necesario el establecimiento de un sistema internacional de divisas sólido, cuyas reservas transmitan confianza.
Este grupo de economías emergentes intenta buscar vías alternativas al patrón dólar debido a las dudas no despejadas por Estados Unidos, país sumido en un grave déficit presupuestario y comercial.
China, su presidente Hu Jintao, ha puesto un marcado énfasis en esta necesidad de alejarse del dólar en su llamamiento a la reforma del sistema financiero internacional, causa de la grave crisis mundial que, sin embargo, Pekín ha sorteado gracias a sus enormes recursos acumulados durante dos décadas de dinámico desarrollo.
La República Popular ha diversificado desde hace tiempo sus reservas aumentando el ratio de euros.
En Hainan, los BRIC han firmado un acuerdo por el que sus respectivos bancos de desarrollo se concederán créditos en las divisas de los países concernidos, sin pasar por el dólar.
El documento final de la cumbre también reclama al Fondo Monetario Internacional (FMI) una mayor participación de las economías BRIC en los derechos especiales de giro (SDR - special drawing rights), uno de los sistemas de transferencia utilizados por la institución.
Al menos por lo que respecta a China, recientemente tanto Washington como las potencias europeas están dispuestas a que el yuan se incluya en dicho mecanismo del FMI.
Las cuatro grandes potencias emergentes y Sudáfrica se muestran asimismo partidarias de impulsar el proceso de integración de Rusia en la Organización Mundial del Comercio y suscriben la reclamación de India y Brasil de acceder a un papel más determinante en los órganos decisorios de unas Naciones Unidas reformadas.
Actualmente solamente Rusia y China tiene derecho de veto en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, cuando los BRIC, en conjunto, representan un 40% de la población del Planeta y casi una quinta parte del PIB mundial, una proporción, esta última, que no va a cesar de aumentar en los próximos años.
Cumbre de Boao
La reunión de los BRIC coincide con la celebración de un evento organizado por China precisamente para fortalecer esa imagen de liderazgo mundial que la gran potencia emergente persigue.
En la isla de Hainan, se reúnen del 14 al 16 de abril máximos dirigentes, empresarios y académicos de los cinco continentes en el llamado Foro para Asia de Boao.
China consigue atraer a la isla a las elites mundiales con el doble objetivo de liderar el debate y defender sus tesis frente a las economías desarrolladas, en particular Estados Unidos.
La presente edición está dedicada al “desarrollo inclusivo”, precisamente la idea detrás de la política económica oficial de Pekín, destinada a neutralizar todo eventual estallido social por los desequilibrios de nivel de riqueza causados por el dinamismo de los últimos años.
La réplica norteamericana
Estados Unidos ha preparado una estrategia destinada a contrarrestar a China en asuntos económicos para la reunión de ministros de Finanzas del G20 de este viernes.
Washington intenta que otras economías también emergentes, como la china, influyan en Pekín para que modifique algunas de sus líneas de actuación, en particular su política respecto al yuan.
Según revela
The New York Times, el gobierno norteamericano defenderá introducir un mecanismo para establecer cuándo una economía individualmente representa una amenaza para la estabilidad del conjunto.
Es fácil leer entre líneas que la “amenaza” no es otra que la infravaloración del yuan, que garantiza la imbatibilidad de las exportaciones chinas.