Redacción
23/03/2011
La autoridad metropolitana de Tokio ha advertido a la población que los niveles de radiación encontrados en una planta potabilizadora de agua de la ciudad la convierten en no apta para los niños pequeños. Los niveles de concentración de yodo duplican los límites que se consideran adecuados para los bebés.
El primer ministro Naoto Kan ha advertido en un comunicado hoy miércoles que se amplían las
restricciones a la comercialización y consumo de vegetales procedentes de las áreas cercanas a la central nuclear de Fukushima Daiichi como medida de precaución. Se han detectado altos niveles de radiactividad en verduras de hoja verde como espinacas y en productos lácteos.
Sin embargo, el gobierno mantiene que esta medida es preventiva y que en ningún caso los niveles de radiación de los alimentos son peligrosos para la salud. Como ejemplo han asegurado que si una persona ingiere 100 gramos de verdura, contaminada con el máximo de radiación detectada, durante 10 días equivaldría a la mitad de la radiación que en condiciones normales recibe durante un año del entorno natural.
Estados Unidos ha anunciado que aumentará los controles en la importación de alimentos de Japón y de esta forma se suma la decisión de China, Taiwán y Corea del Sur de endurecer los requisitos a las importaciones niponas.
La situación en la central de Fukushima sigue sin estar controlada. Aunque se ha conseguido reestablecer el suministro eléctrico a todos los reactores se han producido nuevos problemas. La temperatura del reactor número 1 ha seguido aumentando y se han suspendido los trabajos en el reactor número 2 debido al aumento de emisiones radioactivas.
En las últimas horas la tierra ha vuelto a temblar cerca de la central y se han registrado dos nuevos movimientos sísmicos de intensidad 6 y 5,8 en la escala abierta de Richter.
El número de víctimas que deja el terremoto y posterior maremoto del 11 de marzo sigue aumentando. Las cifras provisionales elevan el número de muertos a 9.408 y el de desaparecido a 14.716. El gobierno nipón ha cifrado el coste de la tragedia en unos 309.00 millones de dólares.
Cadena de fallos
Los medios de comunicación japoneses empiezan a destacar la larga cadena de fallos que ha empeorado la grave situación que provocó el terremoto. Se denuncia el comportamiento de Tepco por no informar de la importancia de los fallos tras el seísmo y adoptar decisiones erróneas en las primeras horas.
Se crítica al gobierno por hacer una evaluación demasiado optimista de la realidad durante los primeros días.
También se ha empezado a cuestionar la entusiasta apuesta por la energía nuclear. Japón tiene 54 reactores nucleares a pesar de su gran actividad sísmica y ahora se han planteado dudas sobre si su ubicación y diseño son los óptimos. Sismólogos japoneses aseguran en los medios que se ha subestimado el peligro y que las centrales no están diseñadas para soportar terremotos de intensidad tan alta.