Redacción
18/03/2011
Japón
mantiene el operativo para intentar enfriar los reactores nucleares de la central de Fukushima Daichi, pero reconoce que los resultados son lentos. Por segundo día consecutivo hoy viernes helicópteros lanzan toneladas de agua sobre los reactores y las piscinas de almacenamiento de combustible. La operación se apoya desde tierra con cañones de agua.
La compañía Tokyo Electric Power (Tepco) confía en poder reestablecer el suministro eléctrico para poder activar la refrigeración del reactor 2, el menos dañado, hoy viernes. Preocupan especialmente la situación de reactor número 3, que utiliza como combustible plutonio, y el reactor número cuatro.
De momento se ha conseguido que la temperatura de los reactores no aumente y empiece a bajar y la empresa asegura que el nivel de radiación también ha descendido cerca de 20 puntos.
En rueda de prensa la Organización Internacional de la Energía Atómica (OIEA) ha declarado que la situación de la central de Fukushima es grave pero de momento estable y destaca que preocupa especialmente la seguridad del reactor número cuatro. También asegura que los niveles de radiación detectados en Tokio no son peligrosos.
Las autoridades han confirmado que al menos una veintena de trabajadores, entre operarios y policías, han resultado contaminados por la radiación a la que han estado expuestos al realizar su trabajo.
El gobierno nipón mantiene el perímetro de evacuación a 20 kilómetros de la central y recomienda a todos los que viven entre 20 y 30 kilómetros que permanezcan en el interior de las casa con las ventanas cerradas.
El número oficial de muertos tras el terremoto y posterior maremoto del viernes 11 ya asciendo a 6.405 y el de desaparecidos se sitúa alrededor de los 10.200. Se calcula que hay más de 280.000 desplazados en el norte del país como consecuencia del terremoto y de la evacuación por la alarma nuclear.
El G7 interviene a favor del yen
El grupo de los siete países más ricos del mundo ha decidido intervenir en el mercado de divisas para paliar las consecuencias económicas de la difícil situación que vive Japón tras el terremoto, el tsunami y la crisis nuclear.
Es la primera vez desde que en el año 2000 se introdujera el euro que
el G7 interviene de forma coordinada en el mercado monetario.
Esta inusual operación conjunta llega el día después de que el yen alcanzara su máximo valor frente al dólar desde la II Guerra Mundial. En un comunicado conjunto, el G7 ha anunciado que espera con ello evitar la excesiva volatilidad del yen, devaluar su valor y estabilizar los mercados.
Así, Japón ha empezado a cambiar yenes por dólares y se espera que el resto de países lleven a cabo acciones similares. Esta acción ya ha obtenido resultados y el yen ha empezado a devaluarse ligeramente.
La bolsa también ha reaccionado en positivo y ha cerrado este viernes con un 2,7% al alza hasta los 9.206 puntos, recuperando parte de la caída acumulada de más del 12% en los cuatro días previos. La decisión del G7 muestra la confianza internacional en la economía nipona, lo que se espera que contribuya a tranquilizar a los mercados.
En el mismo sentido, el Banco de Japón ha realizado una nueva inyección de dinero, por quinto día consecutivo. En esta ocasión, se han introducido 3 billones de yenes (37.000 millones de dólares).