Redacción
15/03/2011
La explosión en el reactor número dos habría dañado la vasija de contención del reactor y se teme que haya afectado al sistema de contención del reactor lo que puede haber provocado la fuga radiactiva. En las explosiones anteriores en otros dos reactores, las vasijas de contención parece que no se han visto afectadas.
Se teme que las barras de combustible del reactor número dos puedan estar dañadas y no se puede descartar la posibilidad de que se produzca su fusión y destrucción, con el peligro de nuevas fugas radiactivas que conlleva.
Además, también se ha registrado un nuevo incendio en el reactor número cuatro, posiblemente debido a acumulación de hidrógeno.
Según la información de la televisión japonesa la radiación alrededor de la central pueda haber sobrepasado diez mil veces los límites permitidos.
Las autoridades han ampliado la zona de peligro a 30 kilómetros y han pedido a las personas que quedan en la zona que no salgan de sus casas, que cierren las ventanas y tiendan la ropa en el interior de las viviendas.
En total, se calcula que cerca de doscientas mil personas han tenido que ser desplazadas de la zona a causa de los fallos en la central desde el terremoto y posterior tsunami del viernes.
En Tokio, a 240 kilómetros de la central, se han detectado partículas radiactivas arrastradas por el fuerte viento, según informa la agencia de noticias
Kyodo, pero se afirma que su nivel no supone un riesgo inmediato para la salud.
El gobierno ha pedido la colaboración internacional para hacer frente a la crisis nuclear
El número oficial de muertos por el terremoto de 8,7 grados en la escala de Richter, que el viernes 11 sacudió el noroeste del país, ya asciende a 2.500 y al menos se calcula que 17.000 personas siguen desaparecidas.
A la crisis humanitaria que ha provocado el terremoto del viernes hay que sumarle la crisis económica. Hoy martes la bolsa de Tokio ha vivido la peor tercera jornada de su historia y ha cerrado con una caída del 10,5%.
Es el tercer día consecutivo en que la bolsa se desploma a pesar de la activa reacción del Banco de Japón. La entidad ha inyectado 60.000 millones de euros, que se suman a los 130.000 que aportó ayer para intentar sostener el mercado financiero.
El riesgo nuclear acentúa los ya de por si altos costes que representa para la economía japonesa la reconstrucción de los daños provocados por el terremoto y el maremoto posterior.