Redacción
04/03/2011
China tiene previsto aumentar el gasto en defensa en 2011 en un 12,7%, hasta los 91.473 millones de dólares. Esta propuesta será abrobada en el transcurso de la
Asamblea Nacional Popular, en la que también se ha de decidir la estrategia del Partido Comunista Chino para los próximos cinco años.
El incremento del 12,7% del
presupuesto militar representa una importante subida en relación al año pasado, cuando fue del 7,5%, aunque en los años anteriores también se situaba en los dos dígitos.
El anuncio inquieta a países vecinos como Japón o Taiwán, que mantienen conflictos fronterizos con la República Popular. Sin embargo, el portavoz de la Asamblea,
Li Zhaoxing, ha defendido el presupuesto militar de China argumentando que está justificado y que es relativamente bajo en relación a los estándares internacionales, sobre todo teniendo en cuenta la magnitud del país, su población y sus fronteras.
Li ha añadido que China intenta cada año presentar una presupuesto de defensa restrictivo y que en todo caso es mucho menor al de Estados Unidos. El gasto militar previsto para 2011 representaría aproximadamente un 6% del presupuesto total del país.
El portavoz de la Asamblea ha reiterado que la naturaleza de esta política es de carácter defensivo y que China espera mantener una relación amistosa con los países vecinos. La mayor parte de este presupuesto irá a mejorar el armamento, a formación militar, a creación de infraestructuras y a mejorar el nivel de vida de los militares.
Desde el gabinete japonés, sin embargo, se considera que la modernización del ejército chino que se está llevando a cabo desde hace varios años, junto con una insuficiente transparencia, son motivo de preocupación.
Con todo, China parece más preocupada por mantener la estabilidad interna o un crecimiento económica que aporte paz social que por entrar en conflictos internacionales.
En el diseño de la estrategia para el próximo quinquenio, se espera que uno de los puntos clave sea la reducción de las desigualdades sociales, con la posible implantación de más programas de servicios sociales y un mayor gasto en educación, especialmente en las áreas rurales. Otros temas pueden ser la seguridad alimentaria, la preservación del medioambiente o la reforma de la sanidad.