Redacción
31/01/2011
El nuevo Parlamento de Birmania ha inaugurado su primer periodo de sesiones tras las cuestionadas elecciones celebradas el pasado 7 de noviembre y pone punto final a casi cincuenta años de gobierno militar.
La transición orquestada por la junta militar y muy criticada desde occidente porque ha excluido a las principales fuerzas opositoras, con la Nobel de la Paz Aung San Suu Kyi a la cabeza, ha cristalizado hoy con la constitución del Parlamento Nacional compuesto por dos cámaras.
En la nueva capital, Naypyidaw, construida en el interior del país, cerca de 660 legisladores han tomado posesión de su escaño en el parlamento bicameral sin que se permitiera la entrada a la prensa. La toma de posesión se ha realizado a las 8:55 hora local, un número que según la astrología y la numerología da buenas suerte.
La mayoría de los nuevos diputados son ex militares que abandonaron el ejército para concurrir a las elecciones como civiles y 166 son directamente generales en activo designados a dedo por la junta militar.
La mayoría de los escaños pertenecen al Partido de la Unión, Solidaridad y Desarrollo (USDP, siglas en inglés) que obtuvieron el 77% de los votos y que tenía el apoyo de la junta militar.
La
apertura del parlamento culmina el proceso de transición iniciado en 2003 y que ha pilotado la junta militar excluyendo a la oposición.
El principal ausente del nuevo parlamento es la líder opositora y premio Nobel de la Paz, Aung San Suu Kyi, que había pedido el boicot de las elecciones y denunciado su falta de legitimidad.
Aung San Suu Ky fue liberada seis días después de celebrarse los comicios, tras pasar prácticamente los últimos veinte años en prisión o bajo arresto domiciliario.
La junta militar diseñó la ley electoral para impedir que Suu Kyi y su partido pudieran participar en las elecciones. Ninguna persona casada con un occidental o con hijos que tuvieran otra nacionalidad puede aspirar a la presidencia del país y los partidos con miembros de su organización en prisión no podían concurrir a los comicios.
El viernes pasado el Tribunal Supremo rechazó los últimos recursos presentados por Aung San Suu Kyi contra la orden de ilegalización de su partido, la Liga Nacional para la Democracia, formación que ganó las elecciones en 1990 y cuyo resultado el gobierno militar nunca respetó.
Este fin de semana y a través de un mensaje grabado la líder opositora ha pedido al
Foro de Davos inversiones para desarrollar su país.