Redacción
15/11/2010
La líder opositora birmana y Premio Nobel de la Paz, Aung San Suu Kyi, ofrece diálogo a la junta militar para definir el futuro del país y muestra su voluntad de jugar un papel clave en el futuro político.
Suu Kyi, que fue liberada el pasado sábado tras pasar 15 de los últimos 21 años privada de libertad, se ha mostrado dispuesta a entablar un diálogo con el gobierno birmano y también con la fragmentada oposición. En diferentes declaraciones a la prensa ha asegurado que apuesta por una revolución pacífica.
En su primer discurso ante unas cinco mil personas que se congregaron ayer domingo a las puertas de la sede de su ilegalizado partido, la Liga Nacional para la Democracia (LND), Suu Kyi ha pedido a los birmanos que luchen por sus derechos y por la defensa de la libertad de expresión. También ha hecho un llamamiento a la unidad de toda la nación para alcanzar una autentica reconciliación.
La premio Nobel de la Paz también se ha comprometido a escuchar la voz de la gente antes de
definir su agenda política.
Suu Kyi ha asegurado que no guarda rencor por su cautiverio a la junta militar y que les lanza un mensaje de diálogo. La líder opositora ha confirmado que su liberación se había producido sin condiciones y que asumirá las consecuencias si el gobierno la vuelve a detener por su actividad política.
La liberación de Aung San Suu Kyi se ha producido seis días después de celebrarse las elecciones que han dado la victoria al USDP, formación que representa a la junta militar. Son las primeras elecciones que se han convocado en el país en 20 años y que han sido calificadas de fraudulentas tanto por la oposición en el interior del país como por la comunidad internacional.
Aung San Suu Kyi al frente del LND ganó las anteriores elecciones celebradas en 1990, resultado que la junta militar nunca reconoció.