Las denuncias por fraude marcan el recuento de votos en las legislativas de Afganistán

Redacción 20/09/2010 Las segundas elecciones legislativas en Afganistán tras la caída de los talibanes han estado marcadas por las sospechas de irregularidades, así como por las amenazas y ataques de la insurgencia, que había anunciado su boicot a los comicios y había marcado como objetivo potencial a todo aquél que participara en ellos.

La Comisión de Quejas Electorales deberá evaluar las denuncias recibidas, que ya superan las 1.500, lo que alargará varias semanas el proceso para obtener los resultados definitivos. Se espera que los datos provisionales se hagan públicos el 9 de octubre, aunque los definitivos no se darán antes del día 31.

A pesar de las dificultades que supone realizar unos comicios en un país como Afganistán, la Comisión Electoral ha anunciado una participación de alrededor del 40% de los afganos con derecho a voto, es decir entre 3,6 y 4 millones de votos, una cifra valorada positivamente dadas las circunstancias de inseguridad en que se ha desarrollado la votación.

De hecho, durante los días previos se multiplicaron los secuestros de personas vinculadas al proceso electoral e incluso de candidatos. El mismo día de la votación fueron secuestrados tres funcionarios de la Comisión Electoral Independiente, cuyos cuerpos han sido encontrados sin vida. Además, los talibanes aseguran haber atacado unos 150 colegios electorales con un balance de una veintena de víctimas mortales.

Tras las graves denuncias recibidas en los últimos comicios celebrados en el país en agosto de 2009, en los que Hamid Karzai fue reelegido presidente a pesar de la polémica generada por los claros indicios de fraude, para estas legislativas
se habían anunciado medidas que debían aumentar la transparencia y la credibilidad.

Entre éstas, se ha mejorado la tinta que identifica a quien ya ha votado para que no se pueda limpiar fácilmente y volver a votar. También se ha había anunciado el cierre de un mayor número de colegios electorales situados en zonas de alto riesgo donde no se podía asegurar el desarrollo normal de la votación.

Aun así, la Comisión Electoral ha anunciado que abrieron 6.835 colegios electorales y que sólo habrían permanecido cerrados por problemas de seguridad un millar. Para que la seguridad fuera lo más alta posible se desplegaron 250.000 miembros de las fuerzas de seguridad afganas, además de las 150.000 tropas internacionales presentes en el país.

En estos comicios, más de 2.500 candidatos, que se presentan a título individual, se disputan los 249 escaños del parlamento afgano, la Wolesi Jirga, de los cuales 68 están reservados a mujeres. No se espera que los resultados de estos comicios alteren la actual situación política, con un parlamento que probablemente contará con numerosos aliados de Karzai.

A pesar de todos los claroscuros que rodean cualquier jornada electoral en Afganistán, el general David Petraeus, máximo responsable de la OTAN en el país, ha declarado que su mera celebración pone de manifiesto que el futuro de Afganistán está en manos de su población y no de los terroristas y extremistas.

También el Secretario General de Naciones Unidos, Ban Ki-moon, ha felicitado a los afganos por su valentía y determinación en ejercer su derecho a voto a pesar de las dificultades.