Redacción
19/05/2010
El movimiento de los ‘camisas rojas’ ha anunciado su rendición tras el asalto del ejército tailandés con gran cantidad de efectivos, carros blindados incluidos, al campamento instalado en el centro de la capital, Bangkok, desde hace más de dos meses.
La
ofensiva final al feudo de los seguidores del ex primer ministro Thaksin Shinawatra era desde hacía días la opción del actual jefe de gobierno, Abhisit Vejjajiva, pero se había visto dilatado por distintos intentos de negociación que resultaron infructuosos.
Con el fin de evitar un baño de sangre, el gobierno había advertido de la inminente ofensiva en los últimos días y había facilitado la salida del campamento de mujeres, niños y todo aquél que aceptara abandonar la protesta y regresar a su casa.
Con todo, el intercambio de disparos durante la ofensiva ha provocado la muerte de cuatro personas, una de ellas un fotoperiodista italiano, y decenas de heridos.
La
rendición de los líderes opositores no ha provocado la llegada de la tranquilidad. Varios manifestantes, desacordes con los líderes del movimiento, preferían quedarse en el campamento y hacer frente al ejército. Además, siguen los disturbios y los enfrentamientos directos entre manifestantes y militares en las calles de Bangkok.
Por ello, la operación militar se mantendrá durante al menos un día más hasta asegurar el perímetro del área que controlaban los ‘camisas rojas’ y certificar que abandonan las calles de Bangkok. Sólo entonces, el gobierno afirma que aceptará retomar las negociaciones.
Ante la posibilidad de que grupos de manifestantes mantengan sus protestas, el toque de queda en la capital se mantendrá durante la noche y varios helicópteros militares sobrevuelan el centro de la ciudad.
Aunque los ‘camisas rojas’ llegaron a agrupar a unas 15.000 personas, se estima que durante la ofensiva quedaban unos 4.000 en el campamento. Como represalia, simpatizantes del movimiento han tomado un ayuntamiento del noroeste del país.
El movimiento de los ‘
camisas rojas’, seguidores del depuesto ex primer ministro Thaksin Shinawatra, empezaron su protesta, inicialmente pacífica, a mediados de marzo para reclamar la dimisión del actual gobierno, al que consideran ilegítimo, y la convocatoria de elecciones.
Tras varias fases de negociaciones, el gobierno había accedido adelantar los comicios al 14 de noviembre, pero nuevas exigencias de los manifestantes provocaron el fracaso de de las conversaciones.
El primer ministro Abhisit Vejjajiva ha recibido duras presiones durante estas semanas para actuar de forma contundente contra los ‘camisas rojas’, mientras él apostaba por un fin negociado al conflicto, opción que finalmente ha resultado inviable.