Redacción
20/05/2010
Tras el asalto final por parte del ejército tailandés al campamento de los 'camisas rojas' en Bangkok, las autoridades han decidido prolongar al menos durante tres noches más el toque de queda en la capital para evitar que se produzcan nuevos episodios de violencia.
A pesar de la rápida rendición de los opositores fieles al ex primer ministro Thaksin Shinawatra, reductos del movimiento siguieron provocando incidentes en la capital. Desde el asalto militar al campamento, una treintena de edificios del centro financiero de Bangkok han sido incendiados, incluida la bolsa.
El
alto el fuego, que según el ejército ha funcionado bien en la primera noche, se prolonga también en veintitrés provincias del país. Con todo, el caos inicial provocado por los numerosos saqueos y disturbios parece que disminuye y que la situación se está calmando.
Uno de los
líderes de los ‘camisas rojas’, Veera Musigapong, ha pedido a sus seguidores que vuelvan a sus casas –la mayoría proceden de regiones agrícolas- y que abandonen la protesta. Considera que lo ocurrido los últimos días es una tragedia e insiste en que este movimiento es pacífico, por lo que se muestra airado con la reacción del gobierno contra ellos.
Según la prensa tailandesa, los
bancos del centro de la capital están empezando a reabrir las puertas. El impacto económico de los más de dos meses de protestas y de bloqueo del barrio financiero será considerable. Además, el número de turistas que visitará el país este año se estima que disminuirá aproximadamente un 10%.
Desde que empezaron las reivindicaciones de los ‘camisas rojas’ en Bangkok, al menos 60 personas han perdido la vida en los enfrentamientos con el ejército.
El primer ministro Abhisit Vejjajiva ha comparecido en la televisión para reafirmar su compromiso en que el país vuelva a la paz y a la normalidad.