Anna Zaera
16/09/2009
San Sebastián sigue siendo una cita segura para el buen cine asiático, aunque la representación oriental en las distintas secciones programadas no supere el “cupo” que le viene correspondiendo en los últimos años.
En la selección de filmes asiáticos para la ocasión se mantiene la cuota de dos películas asiáticas a concurso entre las diecisiete que optaran al premio. El mismo porcentaje que el año pasado. Sin embargo, la organización parece que se recrea fuera de competición, y ha seleccionado algunos filmes orientales de éxito ya probado en otros festivales para la sección “Perlas”. Con todo, las expectativas son buenas, y en parte es de agradecer que se apueste por valores seguros.
Ocurrió de la misma manera el año pasado, donde “Dream” de Kim Ki-duk y “Still Walking” de Hirokazu Kore-eda, únicas representantes asiáticas en la Sección Oficial sonaron durante todo el festival como posibles ganadoras de la Concha de Oro. En esta ocasión son “
City of live and death” de Lu Chuan y “
I came from Busan” de Jeon Soo-il las que compiten por el premio a mejor filme. Quizás son cintas de directores con una trayectoria más corta que Kim Ki-duk y Kore-eda, pero con una proyección más que evidente, ya que en los últimos meses sus películas han sido reconocidas por algunos festivales de prestigio.
El director surcoreano
Jeon Soo-il ya es conocido por el público español, ya que el año 2008 fue galardonado con el Durián de oro del BAFF y por el Festival Internacional de Gran Canaria por su filme “Whit a girl of black soil”, cinta también muy aplaudida en su momento en el Festival de Venecia.
Por otro lado, “
City of live and death” del joven director chino
Lu Chuan llega a San Sebastián con la dosis exacta de calidad y morbo. Después de recorrer un tortuoso periplo para sortear la rígida censura china, este drama histórico basado en la Matanza de Nanjing (1937), se estrenó en china en abril de 2009 con un destacable éxito de taquilla.
El estreno de la película se retrasó seis meses y salió a la luz después de haber pasado un control estricto del guión y el recorte de algunos planos conflictivos, sobre todo aquellos que dejaban al descubierto la desesperación de los soldados chinos ante la superioridad nipona. Sin embargo, el filme salió adelante gracias al apoyo que el director tenía de Li Chang Chun, jefe de propaganda del Partido Comunista.
Junto a la sección oficial, el público podrá saborear algunas de las delicias asiáticas de año en la sección “Perlas”. El omnipresente director y productor, Johnnie To, en esta ocasión presentará “Vengance”, un filme que constata la destreza en el manejo del thriller por parte del hongkonés. Con similares expectativas, se espera otro thriller, “Mother”, del surcoreano Bong Joon-ho. Estos dramas de intriga contrastan con “Yuki and Nina”, dirigida por Nobuhiro Suwa y Hippolyte Girardot, que se anticipa como una tierna historia sobre el exilio de dos niñas.
Además del cine asiático, será una edición repleta de proyectos de renombre internacional. Si el año pasado estuvo marcado por la presentación de productos tan comerciales como “Vicky Cristina Barcelona” avalada por el histriónico marketing de Allen a pie de alfombra o “Camino”, una crudísima crítica de Guillermo Fesser al integrismo religioso, en esta ocasión se presentan otros reclamos de altura, al margen de la competición. Por ejemplo, “Inglorius Bastards”, la última de Tarantino protagonizada por Brad Pitt, “The white ribbon” el filme de Haneke ganador en Cannes o la mismísima “Taking Woodstock” del director de origen taiwanés Ang Lee, se proyectarán a lo largo de los 10 días de certamen.