Eva Queralt
21/05/2009
El tigre blanco es un animal excepcional, sólo hay uno en varias generaciones, y como tal se reconoce el protagonista y narrador de “
Tigre blanco” (
Miscelánea), primera novela del joven periodista Aravind Adiga con la que ha conseguido ganar contra todo pronóstico nada menos que el
Man Booker Prize 2008.
Balram Halwai, bajo otro nombre, se ha convertido en un importante hombre de negocios de Bangalore. Pero por su nacimiento en un pueblo del norte de India, en lo que él llama ‘la Oscuridad’, su destino era una vida de miseria, de servidumbre hacia los ricos y de obediencia ciega a las normas sociales y familiares.
Con una estructura narrativa entre original y delirante, Balram explica su vida a lo largo de varias cartas que dirige al primer ministro de China, Wen Jiabao, ante el anuncio de su visita a India para conocer de primera mano la historia del éxito empresarial en Bangalore. El lenguaje de las cartas va evolucionando desde una primera formalidad a un tono coloquial y de complicidad.
Leyendo el libro, una se cuestiona si el autor tiene algo pendiente con su país, porque no deja títere con cabeza. Es una sátira demoledora de la India de los pobres, la gran mayoría de la población, los que no pueden soñar con decidir algo sobre sus propias vidas.
Como dice Balram, ya sólo quedan dos castas en su país: la de los hombres con gordas barrigas y las de los hombres sin barriga. Él no tiene barriga pero es diferente, es un chico listo, y consigue lo que es todo un hito en su familia, convertirse en chófer y, siguiendo a su amo, mudarse a Nueva Delhi.
En la ciudad descubre un mundo nuevo y su carácter dócil y honrado se va transformando, paralelamente al aumento de la tensión del relato, al darse cuenta de que está condenado por una jaula social de la que no puede escapar.
La novela muestra una India gobernada por una falsa democracia en la que la corrupción tiñe todas las facetas de la vida y en la que los pobres sólo tienen sitio agazapados a los pies de sus amos. Él mismo dice: “Lo único que conseguiría, si tenía hijos, sería enseñarles a ser asnos como yo y a cargar escombros para los ricos”.
Como buen tigre blanco, Balram no puede resignarse a formar parte de esta sociedad dormida y resignada y siente cada vez más cómo la injusticia le corroe las entrañas. Pero sólo hay una forma de ‘salir de la jaula’: asesina a su amo y le roba una importante cantidad de dinero –que iba destinada a sobornar al gobierno-, aun sabiendo que esto supondría el más que probable asesinato de toda su familia.
Balram logra escapar de una ineficaz policía, que nunca pensó que un ladrón y asesino surgido de ‘la Oscuridad’ escapara hacia la luz de Bangalore, la gran capital de la tecnología y la nueva economía. Pero él ha aprendido mucho de sus amos y sabe cómo se crea un negocio en India: sólo hay que invertir parte del dinero en tener a la policía de tu lado.
“Tigre blanco” es una novela descarada y tierna en defensa de la libertad individual y un prometedor debut de Aravind Adiga.